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Guitar-Emote-Hero

...encontre este emoticon buscando en uno de mis comunidades favoritas,
como jugador del Guitar Hero, me llamo mucho la atte y me parecio un trabajo muy copado, y pues bien ...
me lo robe.


Fetiche




No puedo evitar girar la mirada
desprenderme de tus ojos
separarme de tu aliento
bajar mis manas de tus pechos
ignorar el manantial en tu vientre
recorrer tus piernas para llegar a ellos
llegar a tus pies y besarles...
todos y cada una de sus comisuras,
arrugas y pliegues...
su delicado y suave sudor
el vino mas blanco y delicado jamás cultivado
todos tus dedos
todos y cada uno
son delicados bocadillos en mi paladar
que puedo saborear sin que nunca se acaben
talones que forman la curva mas sensual
prominente... absoluta
maléolos que sobresalen exquisitamente
finos, correctos, elegantes siempre
Quiero desnudar tus pies
antes que tu ombligo...
y recorrer con mi barbilla el camino hacia tu piernas
Compadécete de mi locura
aclama mi obsesión
y déjame besar tus pies...


Prinny


Las Cuatro Tareas: La Historia de Cupido y Psique




Cuenta la historia que en un paraje lejano de la Grecia de antaño, vivía un rey junto a su esposa y sus tres hermosas hijas. Sin embargo, una de ellas, la menor, llamada Psique se diferenciaba de sus hermanas por su infinita belleza, perfección e inteligencia. Psique contaba con una dulzura y especial sabiduría, lo que hacía, que sumada a su extraordinaria hermosura cautivara el corazón de los lugareños y todo aquel que la admirare, fue tan apabullante la devoción por su resplandor que los los altares de de la diosa Afrodita habían sido abandonados, olvidados a la merced del deterioro. La ira desenfrenada de la diosa despertó.
La cólera de los dioses es calamitosa y quienes la provocan son castigados. Así, Afrodita decide ponerle fin al prestigio de Psique, ordenando a su hijo, Cupido, herirla con una de sus flechas para que se enamore la bestia más cruel y miserable que pudiera encontrar la existencia. Cupido, fiel a la orden de su madre, se dispuso a cumplir, sin embargo, luego de descender de los cielos y dirigirse al lecho de su objetivo, cuando se dispuso a ejecutar el disparo, introdujo al mano en su carcaj distraído por el encanto de su víctima, entorpecido por su admiración se hirió un dedo con la flecha, enamorándose así, de la joven doncella.
Desesperado por lo que le sucedía, voló a pedir ayuda y consejo de Apolo, dios de la luz y la verdad.
Repentinamente los admiradores de Psique comenzaron a desaparecer, lo que provocó una gran preocupación a su padre, porque no comprendía lo que estaba sucediendo. Así decidió acudir al oráculo de Apolo para su consejo. Y este le respondió:
-La suerte de Psique es lamentable, ella se ha convertido en el capricho de una criatura monstruosa, una bestia que humilla incluso los poderes de un Dios. Si no deseas que la bestia masacre a tu pueblo en busca de tu hija, debes llevarla a lo alto de una montaña y allí, esperar a que el venga por ella.
Apenado, su padre, regresó al palacio y comentó las indicaciones del oráculo.
La ciudad entera se cubrió de tristeza, acompañó en silencio fúnebre con antorchas y al sonido de una sola flauta, la procesión de la princesa a la empinada montaña; donde la joven valiente, se despidió., sin siquiera dudarlo estaba dispuesta a sacrificarse por las personas que amaba, su familia y su pueblo.
Psique, contemplo la quietud de las rocas a su alrededor y desconsolada lloró hasta quedarse dormida. Inconsciente en sueños, el viento del Oeste llego donde ella, y suavemente la llevo a un valle cubierto de flores blancas, donde una pequeña cascada cantaba en el silencio. Al despertarse, se encontró en un lecho de hierbas frescas con un dulce aroma, frente a un palacio de oro y marfil, imponente en tamaño como en belleza. Un coro de suaves voces, invisibles musitaban en su oído:
-Todo esto, es tuyo.- decían
En la noche, el joven Dios alado vino a ella y desde la oscuridad donde ella no podía verlo, solo sentirlo, le dijo:
-Tu, mi hermosa Psique... Eres mi esposa. Te amo. Pero debo pedirte que NUNCA trates de mirar mi rostro. Solo te visitaré en las noches, las que serán gloriosas y llenas de felicidad.
Psique, preguntó porque no podía mirarlo, y él solo le imploró:
-Respeta mi ruego, porque si llegas a mirarme, quedaremos separados para siempre.
La verdad, era que Cupido temía que, si Psique descubría quien era, lo adoraría como un Dios en lugar de amarlo como a un igual.
Psique se deleitaba con las visitas nocturnas de Cupido, sin embargo, durante el día se sentía triste y solitaria. Fue así, que un día le pidió a su esposo para traer a sus dos hermanas:
-Si ellas vienen, ése será el comienzo de nuestra ruina- dijo Cupido.
Pero ella, le rogó insistente poder ver a sus hermanas:
-Si no puedo mirarte, al menos déjame ver a mis hermanas.
Entristecido por estas palabras, Cupido mando al viento del Oeste por las hermanas mayores de Psique.
Primero, se veían alegres por ver a salvo a su pequeña hermana, la alegría de la reunión se vio opacada apenas comenzaron a notar la riqueza que rodeaba a Psique, se llenaron de envidia y celos. Fue así que decidieron estropearles su felicidad. Cuando las hermanas volvieron a visitar a Psique, éstas revelaron para ella que Cupido era el monstruo repugnante que el oráculo había descripto, que esa era la razón por la cual no se dejaba ver y que esperaba tener un hijo con ella para luego devorarla.
Envuelta en dudas e inquietud Psique comenzó a sollozar.
Las hermanas, finalmente, la convencieron de creer los planes de su esposo, y que en la noche cuando el viniera a visitarla debía llevar una lámpara para verle el rostro y le cortara la cabeza. Ellas habían preparado ya una daga de plata que le entregaron y tristemente Psique aceptó.
En la oscuridad de la noche, mientras Cupido dormía, Psique se deslizaba de la cama y se apoderaba de la lámpara mas cercana y de la daga que había escondido con anticipación lejos de su habitación, en los pasillos del palacio una débil luz de una lampara se movía lentamente. De regreso a la cama, Psique levanta lentamente la lámpara sobre el rostro de Cupido, y descubre el resplandeciente y ruboroso rostro del hijo de Afrodita, parecía que hasta luz de lámpara había aumentado su brillo.
Psique… deslumbrada, lo acarició tiernamente sus rizos, las brillantes alas y el carcaj, pero al tocar una de sus flechas, se vio doblemente enamorada del joven Dios. En su embeleso, estuvo a punto de caer al suelo y una gota de aceite cayó sobre el pecho de Cupido, quien despertó, y al ver a Psique con la daga en la mano se entristeció.
-¿Amor mío tenías miedo que fuera un monstruo horrible?
Y antes que ella pudiera responder, se marchó diciendo:
-No puede haber amor si no hay confianza, me has traicionado, jamás volveré a ti.
Psique, llorando de dolor, intentó detenerlo, pero no lo logró, y en medio de la soledad de la fría noche, deseó morir.
Desesperada, pidió ayuda a todos los dioses y diosas, pero ninguno se atrevía a enfrentar la ira de Afrodita. Solo Demèter, la diosa de las cosechas, se atrevió a darle un consejo:
-Busca a Afrodita y pídele perdón. En éste momento, su hijo se encuentra en el palacio gimiendo por ti, y Afrodita está cansada de cuidarlo. Ruégale que vuelva a unirte a él.
Pero apenas vio Afrodita a Psique, lanzó un grito salvaje y ordenó a sus servidoras Inquietud y Tristeza que se lanzaran sobre la joven, rasgándole sus ropas y arrancándole el cabello. Terminado el ataque, Afrodita se acercó sonriendo a la joven con malicia, quien permanecía temblando, tendida en el suelo.
-¿Quieres ver a mi hijo? ¿No sabes que el te aborrece y no desea volver a mirarte jamás? Eres una criatura tan vulgar y desgraciada que me das lástima. Tal vez debe entrenarte para que llegues a ser digna de un Dios. Te encargare cuatro tareas, que deberás cumplir si deseas que escuche tu ruego.
Fue así que le encargó su primera tarea, en un depósito lleno de diferentes granos:
-Debes tenerlos clasificados esta tarde – y despareció desatando una carcajada diabólica.
Cuando Psique se enfrentó sin esperanzas a las distintas semillas, callo rendida al suelo sintiéndose impotente. Al levantar la mirada admirada contemplo una armada de hormigas se fue reuniendo, y en pocos minutos se apoderaron de los montones de granos, ubicándolos en tres diferentes filas.
Cuando Venus regresó, encontró todo ordenado, como lo había encomendado. Por esa razón, sospechosa de su invitada, al siguiente día, le dispuso una segunda tarea.
-¡Vete a la dehesa, junto al torrente!¡Allí habitan feroces carneros de dorados vellones!...magnificas criaturas imponentes y vigorosos al igual que peligrosos. ¡Recoge un poco de su lana y tráemelos!
Psique permaneció un tiempo frente al torrente que bordeaba los campos donde pastaban los carneros salvajes, pensando que nunca podría acercarse a ellos sin que la mataran. Y en su desesperación, quiso ahogarse en el río que corría en las cercanías.
Entonces un junco que se mecía le susurró: -No te quites la vida, Psique. Espera que los carneros se duerman, deslízate hasta la dehesa y recoge los dorados copos de lana que cuelgan de las zarzas afiladas y de los espinosos matorrales.
Así lo hizo, cumpliendo con su segunda tarea.
Una vez más, Venus, muy molesta le entrega una nueva tarea. Esta vez debía llenar una copa de cristal con el agua helada de la montaña, recogida de la desembocadura del río Estigio.
Psique, tomó la copa y escaló la empinada montaña. Pero al ir llegando a lo alto, se dio cuenta que las rocas de las bocas del río eran desesperadamente pendientes y resbalosas. Por allí pasaba un águila, que gritó :
-¡Espera! ¡Dàme la copa de cristal!
Y el ave le trajo la copa que Psique entregó a Venus con el oscuro líquido.
Su enojo y asombro se combinaban en un enfado insoslayable, Afrodita le encomendó la última tarea. Esta vez, debía llegar al Averno y pedir a la reina Proserpina que le llene el cofre con una porción de su belleza.
Psique, no tenía valor para llegar hasta semejantes abismos y se subió a una torre, desde donde se dispuso a lanzarse a la muerte.
Y la torre habló entonces:
-¿Qué cobardía te incita ahora a renunciar? Eres patética, humana. Yo te diré como llegar al Averno y de qué manera triunfar en tu búsqueda.
Psique se dispuso a escuchar.
-Toma dos óbolos y dos pedazos de torta de cebada. En tu viaje un cojo conductor de un asno va a pedirte ayuda, pero tú debes negársela. Cuando llegues a orillas del río Estigio aparecerá ante ti entre la neblina, sin decir palabra alguna, Caronte el barquero. Debes darle luego uno de los óbolos a Caronte, el barquero, quien te conducirá a través del río Estigio, hasta las puertas del Averno. Mientras estés cruzando el río, la mano de un moribundo se estirará hacia ti, pero tú debes volverte hacia otro lado. También debes negarte a ayudar a tres mujeres que estarán tejiendo los hilos del destino. Cuando hayas atravesado el río y llegues a la orilla, el Cancerbero, el perro de tres cabezas que custodia las puertas del palacio, te recibirá, dàle uno de los pedazos de torta de cebada, para que sea amigable contigo. Y cuando emprendas el viaje de regreso haz lo mismo. Sin embargo, hay algo aún más importante: cuando vengas de regreso con el cofre lleno de la belleza de Proserpina para entregarlo a Afrodita, ¡no lo abras!, hagas lo que hagas, ¡no abras el cofre de la belleza!
Psique cumplió con cada paso indicado por la torre. Hasta llegar al trono de los Dioses del inframundo, Hades sentado a la derecha de Proserpina, su reina de la primavera, interrogo a la joven que para su sorpresa había atravesado aun con vida la puerta de su reino. Psique relato su odisea y Proserpina conmovida, toma el cofre de las manos de Psique y abriéndolo y respirando su belleza en el cofre. Con su tarea en fin de ser cumplida, Psique regresa y entrega el ultimo pedazo de torta de cebada al Cancerberos y paga el viaje de retorno a Caronte. Pero de regreso, cuando iba llegando al palacio de Afrodita, la curiosidad se apoderó de ella y abrió el cofre de la belleza, pero dentro de él, no encontró mas que un sueño mortal que, al apoderarse de ella, la dejó abatida en el camino.
Entretanto, Cupido, quien había escapado del palacio por la ventana de su alcoba en busca de Psique, la encuentra yaciendo inconsciente al lado del camino.
Se precipitó hacia ella y, recogiendo con rapidez el sueño de su cuerpo, lo encerró de nuevo en cofre. Luego despertó a Psique con un beso en sus labios.
Antes que Afrodita pudiera darle alcance, se dirigieron al Monte Olimpo donde Júpiter, Dios de los firmamentos, los unió oficialmente.
Todos los habitantes del Olimpo agasajaron a la pareja, todos, excepto Afrodita, quien estuvo enfurecida por un tiempo, hasta que se convirtió en la abuela de una hermosa niñita llamada Dicha.

Glosario:
Dehesa es un bosque claro de encinas o alcornoques, con estrato inferior de pastizales o matorrales, donde la actividad del hombre ha sido intensa, y generalmente están destinados al mantenimiento del ganado, a la actividad cinegética y al aprovechamiento de otros productos forestales (leñas, corcho, setas, etc.).
Zarza es un arbusto trepador dicotiledóneo de tallos espinos que da un fruto granuloso, de color rojo o negro, comestible (mora o zarzamora).

FireLord has spoken



La clave para llegar a cada hombre es su pensamiento.
Firme y desafiante, èl tiene el timòn al que obedece,
el cual es el ideal por el cual 
todos los hechos se determinan.
La ùnica manera de cambiar su parecer 
es mostrarle un nuevo ideal que supere al suyo.

ICECREAM FOR EVERYONE...ITS FREE...GO ON TAKE ONE














Evil vacations.

Luz del Alma



Que hay de esa imagen en mi cielo
no creo ser tan importante
camino mi propia luz
y me siento un haz de luz
claridad de propio ser.
Luz, luz, luz del alma
soy un hombre que espera el alba.
Que hay de esa imgen en mi infierno
si ya fui roto a tomar aire
caminastes por mis brazas
me so en la oscuridad
me estrell contra mi.
Luz, luz, luz del alma
soy un hombre que espera el alba.
No confunda che pastor
no me interesa tu cielo
toda el agua va hacia el mar.
Luz, luz, luz del alma
soy un hombre que espera el alba.
luz, luz, luz del alba
soy un hombre que espera el alma.

Luz del alma. Divididos

Capitulo 2: El honor de un guerrero




 Volvió a ponerse la noche…y los campos estaban inundados de cuerpos. El resplandor de su enorme espada reflejaba el ultimo pestañar de la tarde. La empuñadura estaba cubierta de sangre, y sus mano impregnadas de muerte. La guerra de Argonas había durado más de 18 meses, su comienzo parecía distante, allá en los inicios del verano mas largo; interminables para los guerreros, interminables para los  amados, interminables para el acero de Reda y Lanard. Sus brazos habían blandido una espada de muerte hacia ya 2 años. Desde su ingreso en la Segunda División de la Infantería Real de Ribherdelena. La espada que quiso proteger y resguardar al débil del injusto se había tornado rojo con sangre de la realidad y no reconocía injusticia o valentía.
La batalla concluyo con el ensordecedor sonido del cuerno del triunfo que sonó desde lo alto de las montañas; ese sería el grito de victoria que opacaría el corazón de los vencidos. Aun así, nadie sofocó sus gargantas, nadie exclamó victoria, a estas alturas el batallón no engrandecía su moral.
Lanard, camino detrás de él, dirigiéndose hacia su tienda, y se sentó en un banquillo con una vaina en sus manos, la contemplaba con nostalgia, sus ojos estaban oscurecidos de tristeza. Reda desenterró la espada del suelo y se la monto en la espalda, el metal chispeo contra la hombrera derecha, avanzo en silencio hacia Lanard a quien miraba de reojo. En su otra mano sostenía su yelmo abollado…era casi la única pieza q cubría su cuerpo macizo, nunca empleo armadura, su imprudencia lo hacia solo llevar el menor peso posible.
Lanard levanto la minada, le sonrió levemente y se encorvo otra vez con los ojos en la nada.
-El soldado al que pertenecía tan solo tenia 16 años- musito con remordimiento
-Sufriente edad para pelar por tu país- los soldados que escucharon la respuesta de Reda, le miraron, se mantuvo un suspenso unos segundos y se marcharon silenciosamente.
Lanard se incorporo lentamente inspiro violentamente…
-Acaso morir con 16 años es algo valeroso para ti ?! Eh??!! Vale la pena abandonar a los tuyos solo para reclamar la cabeza del enemigo?! Acarrear la culpa de asesinar a miles solo en nombre de tu rey??!!-su voz se había alzado con tanta ira y tanta indignación que el campamento estremeció, el valle resonó y el silencio. Las aves montaron el vuelo.
-Mataría a cualquier hombre que se atreviera a traspasar las murallas de mi ciudad en nombre del enemigo si aun tuviese tres años!!! No peleo por mi rey, peleo para proteger a mi gente y a mi país, y si para ello tengo que fabricar un obelisco con cadáveres de imperiales lo haría gustosamente todos los días de mi vida!!!-  Reda replico a tan solo centímetros del la nariz de Lanard, su impetuoso discurso salpico de saliva el rostro de su escucha. Lenard cerro los ojos y se alejo de Reda, y cuando le dio la espalda aventó contra el suelo la vaina q llevaba en sus manos.
-Pues entonces púdrete tu!! Tu masacre y tu país…eres solo un coloso asesino que no puede hacer más que sacudir su acero…eres solo un manso perro de los militares así como predijo tu hermano…enorgullécete!!!  Reda Comandante del Cuerpo de los Soldados Negros de la Republica …hoy has hecho una sombra roja de 500 hombres más!!! Regocíjate en tu victoria…- sus miradas se cruzaron, no dijeron mas nada. Reda volvió a admirar el horizonte, luego de enterrar con fuerza su espada en el suelo. Cruzo sus brazos, y allí permaneció.
Sus corazones se habían entintado del recelo y la soledad de la guerra.

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