Te sientas a esperar a que el
venga, un muchacho bonito, que te sonría y te aleje de tus viejos hábitos, tus
viejos malos hábitos... que pueda perdonarte
"solo puedes cambiar de
joven" decía papa
Y ahí viene el, caminando bajo el
sol,
No es lo que soñaste, pero es un astuto
para hacerte reír,
Sus manos son grandes y te
sostiene con firmeza,
De la misma manera en que sostenían
los pechos de aquella mujer, le hacia el amor como te lo hacia a ti...
Ya no crees que esperar a tu
bello caballero te conforme,
El astuto te hizo más que reír,
te hizo añicos.
Ya no hay más lugares a los que
correr, siempre hay un lugar a donde regresar y... la verdad no sabes donde es.
Recuerdas lo que él te hizo
olvidar,
Recuerdas tu hogar, tu tierra...
tus pies mojados en la arena, el firmamento puesto al oeste, y la briza
susurrando.
Decides volver a casa,
No hay lugar como en casa...
Recordar los malos hábitos...
Y sentarte a esperar por un
muchacho bonito
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